De antojos y abstinencias
I'm addicted to you...
Quien me conoce sabe bien que tengo una gran debilidad en la vida: el chocolate. Simplemente, me puede. No puedo resistirme a él, ni vivir sin él... Me es imposible. El otro dÃa comentaba en el trabajo que vivo 'antojada' y por supuesto, no faltó el comentario desubicado sobre la posible causa. Chistes aparte, la verdad es que últimamente, se han agregado varias cosas a mi lista de antojos casi diarios: los panchos, las papas fritas, el café (otra gran debilidad) y otras. Pero el chocolate sigue siendo el número uno.
No hace mucho estaba yo mirando la tele a eso de las diez de la noche (ya todos acostados en mi casa y a punto de dormirse) cuando se me antojó de golpe que querÃa chocolate. En mi casa suele haber porque mi mamá siempre me compra y guarda (casi esconde dirÃa yo). La cuestión es que me levanté, fui a la pieza de mis papás y le pregunté a mi mamá dónde habÃa chocolate. A lo que respondió: 'Creo que no hay más. No, no, no hay más, ahora me acuerdo que se terminó el otro dÃa'. Fue casi como si me dijera que... bueno, no sé qué, pero algo muy feo. La noticia me tomó por sorpresa. Rompà en llanto, diciendo que yo necesitaba el chocolate, que querÃa comer un pedacito, que porqué no habÃa comprado de nuevo y otras cosas más, casi incomprensibles entre los balbuceos y lágrimas de cocodrilo. Debo reconocer que esto no me sucede con frecuencia, no crean que voy por la vida llorando en medio de una crisis de abstinencia por falta de chocolate, pero esa noche fue distinta (y única, no se asusten, no ha vuelto a pasar). Debo también admitir que soy una 'nena de papá' bastante malcriada, por lo que mi llanto hizo que mi papá saliera de la cama, se vistiera y fuera al kiosco de la otra cuadra a traerme chocolate. (Grande Pá!)
Me han dicho varias veces que este es un tema que deberÃa hablar con un psicólogo, pero no creo que vaya a hacerlo por el momento. Me gusta pensar que simplemente se trata de algo que está probado cientÃficamente: el chocolate tiene componentes altamente adictivos que generan adrenalina y un estado de felicidad en quien lo consume, difÃcilmente igualado por otras comidas. Asà que yo sugiero amigos, que nuestra dieta diaria esté basada en el chocolate y sus derivados, asà somos todos un poquito más felices... :P
I'm addicted to you...
Quien me conoce sabe bien que tengo una gran debilidad en la vida: el chocolate. Simplemente, me puede. No puedo resistirme a él, ni vivir sin él... Me es imposible. El otro dÃa comentaba en el trabajo que vivo 'antojada' y por supuesto, no faltó el comentario desubicado sobre la posible causa. Chistes aparte, la verdad es que últimamente, se han agregado varias cosas a mi lista de antojos casi diarios: los panchos, las papas fritas, el café (otra gran debilidad) y otras. Pero el chocolate sigue siendo el número uno.
No hace mucho estaba yo mirando la tele a eso de las diez de la noche (ya todos acostados en mi casa y a punto de dormirse) cuando se me antojó de golpe que querÃa chocolate. En mi casa suele haber porque mi mamá siempre me compra y guarda (casi esconde dirÃa yo). La cuestión es que me levanté, fui a la pieza de mis papás y le pregunté a mi mamá dónde habÃa chocolate. A lo que respondió: 'Creo que no hay más. No, no, no hay más, ahora me acuerdo que se terminó el otro dÃa'. Fue casi como si me dijera que... bueno, no sé qué, pero algo muy feo. La noticia me tomó por sorpresa. Rompà en llanto, diciendo que yo necesitaba el chocolate, que querÃa comer un pedacito, que porqué no habÃa comprado de nuevo y otras cosas más, casi incomprensibles entre los balbuceos y lágrimas de cocodrilo. Debo reconocer que esto no me sucede con frecuencia, no crean que voy por la vida llorando en medio de una crisis de abstinencia por falta de chocolate, pero esa noche fue distinta (y única, no se asusten, no ha vuelto a pasar). Debo también admitir que soy una 'nena de papá' bastante malcriada, por lo que mi llanto hizo que mi papá saliera de la cama, se vistiera y fuera al kiosco de la otra cuadra a traerme chocolate. (Grande Pá!)
Me han dicho varias veces que este es un tema que deberÃa hablar con un psicólogo, pero no creo que vaya a hacerlo por el momento. Me gusta pensar que simplemente se trata de algo que está probado cientÃficamente: el chocolate tiene componentes altamente adictivos que generan adrenalina y un estado de felicidad en quien lo consume, difÃcilmente igualado por otras comidas. Asà que yo sugiero amigos, que nuestra dieta diaria esté basada en el chocolate y sus derivados, asà somos todos un poquito más felices... :P
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